El 5G es una tecnología disruptiva, piedra angular de la digitalización, caracterizada por un cambio tecnológico constante y dinámico. Esta tecnología impactará positivamente en aspectos como la mejora de la competitividad, productividad, eficiencia y mayor calidad en la prestación de servicios. Es por ello que España ha definido una hoja de ruta orientada a la implantación del 5G en el todo el territorio nacional, así como la reestructuración de determinadas bandas de frecuencias.
Ahora, se asignará la banda de 26 GHz, con el fin de ofrecer servicios de comunicaciones electrónicas de banda ancha inalámbrica con tecnología 5G que requieran alta capacidad. La banda de frecuencias de 26 GHz tendrá un rol muy relevante en las aplicaciones verticales relacionadas con los sectores industrial, logístico, de transporte o de suministros, dada su capacidad para ofrecer cobertura en áreas con una gran cantidad de dispositivos conectados.
Además, se llevará a cabo la agilización del despliegue de infraestructuras, incluyendo medidas tales como un procedimiento fast-track para los permisos necesarios de despliegue de redes de telecomunicaciones, mediante la ocupación del dominio público, como pueden ser carreteras, ferrocarriles, etc. y la implementación de la caja de herramientas de conectividad, en relación con la Ley de Ciberseguridad 5G.
En el ámbito europeo, se fomentará la elaboración de directrices de ámbito comunitario en materia de reglamentación urbanística y de telecomunicaciones junto con la elaboración de una Guía de Buenas Prácticas de despliegue para Administración local, concentrando el foco de actuación en aquellos municipios con menor tamaño.
Por último, se proponen modificaciones en la fiscalidad para los operadores de telecomunicaciones y la reducción de la tasa de reserva de dominio público radioeléctrico en las frecuencias armonizadas por la Unión Europea, de modo que puedan ser utilizadas en los servicios 5G.