La digitalización ha abierto un nuevo escenario para la cultura, permitiendo el desarrollo de nuevos modelos de negocio, formatos artísticos y espacios de difusión, así como la atracción de nuevos públicos.
En el contexto de la recuperación, la transformación e impulso digital de la cultura permitirá hacer frente a los retos estructurales de este sector, gravemente afectado por la pandemia de la COVID-19. Esta transformación se acometerá a través de tres líneas de acción:
- La digitalización de los grandes servicios culturales.
- La transición digital de la industria cultural.
- La mejora del marco regulatorio.
La digitalización de los grandes servicios culturales se llevará acabo abordando la digitalización de los grandes museos, los sistemas de archivos, los registros del patrimonio histórico y el servicio de bibliotecas públicas estatales.
La transición digital de la industria cultural se llevará a cabo mediante diferentes proyectos y reformas que además de incorporar las nuevas tecnologías en las diferentes industrias culturales, contribuirán también a la adaptación de las entidades de gestión al entorno digital.
Para potenciar la cadena de valor artística en el ámbito digital se llevará a cabo la mejora del marco regulatorio adaptando los derechos de autor al entorno digital.